10 cosas extrañas que el estrés puede hacerle a tu cuerpo

Para algunos, el estrés se siente como si su corazón estuviera a punto de estallar fuera de su pecho. Para otros, el estrés aparece en la piel como un sarpullido o tal vez notan que se les cae el cabello más de lo normal.

El estrés es parte de la vida, pero no siempre es algo malo. A veces, te da la motivación que necesitas para cumplir con una fecha límite o dar lo mejor de ti. Pero el estrés no controlado o prolongado puede causar estragos en su cuerpo y provocar molestias, dolores y otros síntomas inesperados.

Aquí explicamos la conexión entre nuestros factores estresantes mentales y cómo el estrés afecta nuestras funciones corporales.

Estresores diarios versus estrés crónico

Si bien puede parecer que el estrés solo ocurre dentro de tu cabeza, tiene un efecto absoluto en el resto de tu cuerpo. El estrés no necesariamente causa ciertas condiciones, pero puede empeorar los síntomas de esas condiciones. Cuando los síntomas físicos empeoran, pueden, a su vez, aumentar el nivel de estrés de una persona, lo que da como resultado un círculo vicioso.

Estresores diarios. Los factores estresantes diarios son a menudo por lo que muchos de nosotros pasamos. Tal vez perdiste el autobús al trabajo, olvidaste pagar tu factura de gas o estás anticipando una cena que estás planeando para amigos. Lo que sucede en el cuerpo es que nuestros músculos comienzan a tensarse, nuestro corazón comienza a latir más rápido y llega más oxígeno a nuestros pulmones, esto es para ayudar a prepararnos para el factor estresante. La buena noticia es que, a menudo, los factores estresantes son menores. Después de que pasa el factor estresante, nuestro cuerpo vuelve a su estado de reposo normal.

Estrés crónico. El estrés a largo plazo puede ser causado por esos mismos factores estresantes diarios, pero la diferencia es que se vuelven continuos y comienzan a acumularse unos sobre otros con el tiempo. Los factores estresantes crónicos son cosas como problemas financieros y conflictos con miembros de la familia. Estos problemas continuos pueden tener impactos duraderos y profundos en su salud física y mental.

El estrés crónico o a largo plazo puede conducir a todo, desde aumento de peso hasta problemas relacionados con el sueño y problemas intestinales.

Tu cuerpo se atasca a toda marcha en esa respuesta de lucha o huida, y no puede volver a calmarse. Entonces, tu cuerpo se inunda de cortisol continuamente. Esto causa inflamación, y es la inflamación la que te hace vulnerable a las enfermedades crónicas.

10 cosas extrañas que el estrés puede hacerle a tu cuerpo

El estrés puede hacerle cosas extrañas a tu cuerpo, afectándolo en varios lugares. Así es como el estrés puede afectar tu cuerpo:

1. Músculos y articulaciones

El estrés puede causar dolor, tensión o dolor en los músculos, así como espasmos de dolor. Puede provocar brotes de síntomas de artritis, fibromialgia y otras afecciones porque el estrés reduce el umbral del dolor.

Según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), cuando experimentas estrés, tus músculos se tensan. Cuando ese estrés desaparece, tus músculos liberan la tensión.

2. Corazón y pulmones

Lo crea o no, el estrés puede afectar tu corazón. Una situación como tratar de cumplir con una fecha límite en el trabajo, por ejemplo, puede hacer que tu ritmo cardíaco aumente. Y demasiada cortisol, la hormona del estrés, puede empeorar las condiciones cardíacas y pulmonares, incluidas las enfermedades cardíacas, las anomalías del ritmo cardíaco, la presión arterial alta, los accidentes cerebrovasculares y el asma. Junto con las afecciones pulmonares, el estrés también puede causar dificultad para respirar y respiración rápida.

Si tienes dolor u opresión en el pecho o palpitaciones, consulta a un médico lo antes posible para descartar una afección grave.

3. Piel y cabello

Incluso tu piel y cabello no son inmunes a los efectos del estrés. Si tienes una afección de la piel como eccema, rosácea o psoriasis, el estrés puede empeorarla. También puede provocar urticaria y picazón, sudoración excesiva y pérdida de cabello.

4. Intestino

¿Alguna vez has tenido dolor de estómago por estar tan estresado? El estrés puede tener un impacto real en tu sistema digestivo, desde síntomas más simples como dolor, gases, diarrea y estreñimiento hasta condiciones más complejas como el síndrome del intestino irritable y el reflujo ácido.

Cuando estás estresado, puedes tener una tendencia a comer más o menos, lo que puede conducir a dietas poco saludables. Si el estrés es lo suficientemente intenso, es posible que también vomites.

5. Hombros, cabeza y mandíbula

Los efectos del estrés en tu cuerpo pueden moverse a través del triángulo de tensión, que incluye los hombros, la cabeza y la mandíbula.

El estrés puede desencadenar dolores de cabeza por tensión, opresión en el cuello y la mandíbula, y nudos y espasmos en el cuello y los hombros. 

6. Sistema inmunológico

Necesitas un sistema inmunológico fuerte para combatir las enfermedades, pero el estrés debilita las defensas de tu cuerpo. Te hace más propenso a contraer resfriados o gripe, por ejemplo.

También puede empeorar las condiciones autoinmunes como el lupus y la enfermedad inflamatoria intestinal.

Cuida tu sistema inmunológico potenciándolo con hábitos saludables de alimentación y ejercicio. Lo que es más importante, entrenar tu sistema inmunológico a través de la reducción del estrés puede ser muy efectivo para mantenerlo saludable.

7. Salud reproductiva

¿Alguna vez te preguntaste  por qué tu período a veces se salta un mes o se retrasa una semana? Puede haber una variedad de razones para esto, pero el estrés puede ser absolutamente un factor contribuyente.

Como era de esperar, esto podría ponerla en un círculo vicioso de estrés, donde está preocupada o insegura de cuándo llegará su próximo período. La falta continua de períodos debido al estrés también podría provocar un desequilibrio hormonal o una condición llamada amenorrea secundaria.

8. Dormir

El estrés también puede ser una razón por la que estás dando vueltas toda la noche. Un estado constante de preocupación pone su mente (y cuerpo) en un estado de tensión; tal vez el estrés se manifieste en forma de pensar demasiado o pasar las primeras horas de la noche despierto y jugando videojuegos o mirando su teléfono.

Peor aún, puede comenzar a estresarse por el hecho de que no está durmiendo, y así continúa el ciclo. Con el tiempo, las noches de insomnio debido al estrés realmente pueden afectar su salud, especialmente si no estás durmiendo de 7 a 9 horas. Incluso podría conducir a trastornos del sueño como el insomnio.

9. Aumento de peso

Debido a la hormona natural del estrés, el cortisol, su estrés también puede estar afectando su peso. El cortisol es parcialmente responsable de controlar su metabolismo, y cuando se libera demasiado, hace que ciertas funciones corporales se detengan y que su metabolismo se vuelva más lento. Afortunadamente, hay maneras de controlar sus niveles de cortisol y hacer que vuelvan a trabajar para usted y no en su contra.

10. Salud mental

El estrés puede provocar síntomas de depresión y reducir tu entusiasmo por las actividades que normalmente disfrutas, desde pasatiempos cotidianos hasta pasar tiempo con tus seres queridos. Si tu estrés se vuelve tan constante que se convierte en una preocupación interminable, es posible que incluso tengas un trastorno de ansiedad. Las personas también tienden a comer mal y a hacer menos ejercicio cuando están estresadas, lo que solo hace que los síntomas de salud mental sean más fuertes.

Sentirse deprimido por el estrés no es un fracaso personal. Nos sucede a la mayoría de nosotros, así que no temas pedir ayuda.

Cuándo buscar ayuda

Si tienes problemas para llegar al trabajo o tienes cambios en tus patrones de sueño o en tu apetito, estas son algunas indicaciones de que tu nivel de estrés puede estar fuera de control.

Un solo día estresante en el trabajo o una tarea escolar intensa puede ser un tipo de estrés del que puedes deshacerte, pero si es más que eso, hay maneras de sentirse mejor.

Se pueden tratar los síntomas, la verdadera clave es encontrar y tratar la causa del problema.

Tu médico puede ayudarte con remedios como manejo del estrés, asesoramiento o medicamentos para reducir la ansiedad. Y al trabajar en equipo con tu médico, estará en camino hacia una vida más saludable.