Moda y sostenibilidad se unen para crear prendas artesanales

Es casi imposible darse cuenta de que un movimiento estético está naciendo, o renaciendo, cuando estás en el ojo de una tormenta cultural. 

La tendencia artesanal está a punto de definir la moda y el estilo de vida de nuestra generación. Inspirándonos en el movimiento de artes y oficios de las subculturas de finales del siglo XIX y la década de 1960, observamos las tendencias de la moda que están respondiendo a las iniciativas de la cultura del trabajo desde el hogar y el ambientalismo.

Natalia Lumbreras es una marca que realiza series limitadas de piezas de seda serigrafiadas, impresas o pintadas a mano, así como estampados exclusivos aplicables a textiles, papel, cerámica, alfombras o cualquier otro soporte. En este post hablaremos sobre moda y sostenibilidad.

Moda y sostenibilidad se unen para crear prendas artesanales

Ya sea un suéter hecho a mano, una pieza de joyería hecha a mano o un pan de masa fermentada recién hecho desde cero, cuando algo se hace a mano, inmediatamente pensamos en una calidad mejor y más duradera y nos sentimos conectados con el creador. El movimiento artesanal nos anima a vestirnos a la moda y estilos que nos hacen sentir más conectados con el mundo natural y entre nosotros. Las tendencias de incluyen ropa pintada a mano y con retazos; prendas de punto kitsch y bufandas babushka con toques del amor de nuestra abuela; estética "cottagecore" y "grannychic"; y detalles míticos como mariposas, sirenas, plantas arremolinadas y flores. Natalia Lumbreras trae prendas hechas con mucho amor, como estos kimonos que podemos ver aquí debajo.

El movimiento artesanal establece paralelos con el movimiento de artes y oficios a principios del siglo XX. También llamada la era eduardiana en la historia de la moda europea, la tecnología y la innovación a principios del siglo XX ocurrían tan rápido que la industria de la moda no podía seguir el ritmo. En cambio, los entusiastas de la moda experimentaron la primera gran nostalgia al aferrarse a los estilos del pasado y romantizar momentos medievales como caballeros de brillante armadura y damiselas en apuros. El movimiento de artes y oficios adoptó la moda hecha a mano y los interiores que presentaban elementos naturales y resistían la mecanización del sistema de fábrica.

Al igual que el popular método de limpieza del hogar de Marie Kondo, el diseñador textil de la era eduardiana William Morris creía que "no deberías tener nada en tu casa que no sepas que es útil o creas que es hermoso". El movimiento de artes y oficios no se trataba solo de llenar tu hogar con cosas que te hacían sentir bien, sino que también era un movimiento social con la creencia de que las cosas que nos hacen sentir bien son creadas por personas que se sintieron bien mientras las hacían. Morris solo toleraba el sistema fabril en la medida en que facilitaba la vida de los trabajadores, y criticaba su potencial para explotar a los trabajadores fabriles y corromper la creatividad natural de las personas. El movimiento de artes y oficios prefirió usar tintes naturales en los textiles y revivió muchas prácticas tradicionales en vidrieras, estampados y tejidos de tapices. Hay muchos paralelismos entre el movimiento artesanal que está ocurriendo a principios del siglo XXI y el movimiento de artes y oficios que ocurrió a principios del siglo XX, especialmente en términos de protección de los trabajadores de las fábricas, alejándose de la moda rápida y comprometiéndose en más proyectos de moda DIY en casa. Justamente en Natalia Lumbreras aparece parte de esa filosofía a la hora de conocer los objetos artesanales para el hogar como estos hermosos y coloridos lienzos.

Comprender por qué surgió el movimiento de artes y oficios brinda contexto a las tendencias de moda populares de la década de 2020, como las mangas abullonadas y los cuellos de pechera masivos, la estética como cottagecore y grannychic, y la romantización de dramas de época como Bridgerton, porque nos recuerdan tiempos más simples antes de la tecnología cuando la vida se movía más lentamente y nos sentíamos más conectados con la naturaleza y la creación. No es solo el movimiento de artes y oficios el que está experimentando un ligero renacimiento, sino también los temas y las tendencias de la década de 1960, una época en la que la moda rápida tal como la conocemos realmente despegó, las iniciativas antirracistas crearon la politización de la moda y nuestra problemática relación con el plástico. y comenzó el poliéster. La década de 1960 fue una década de rígidos roles de género anunciados como "normales" para las masas, como el arquetipo del ama de casa, y traumáticos asesinatos de líderes progresistas estadounidenses como Martin Luther King Jr., John F. Kennedy y Malcolm X. La creación de el arquetipo del ama de casa en la década anterior alentó una feminización de las artesanías y la fabricación manual. Coser, tejer, hornear y cocinar fueron etiquetados como "artes femeninas" en contraste con la industrialización y la "masculinidad". Durante la pandemia y el consiguiente confinamiento, muchos de nosotros nos hemos entregado, independientemente del género, a las artes artesanales y nos estamos dando cuenta de lo crucial que es adoptarlas para vivir una vida más feliz, saludable y sostenible. Esperamos que este sentimiento se expanda y se visibilicen aún más estos trabajos artesanales de moda que son tan bellos y amigables con el medio ambiente.