Las energías renovables más económicas

El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo declaró el año pasado que las energías renovables eran la más económicas debido a la reducción de costes que se ha ido produciendo a lo largo de los años. 

Cumbre del Banco Europeo

Según el BERD, es necesario invertir en infraestructura y reglamentación para que se pueda integrar la energía renovable a los sistemas eléctricos de los países. 

Egipto y Jordania ya realizaron los cambios necesarios, lo cual les ha llevado a reducir un 85% el coste a menos de 0,025 dólares por KWh, lo que le sitúa como más económico que la generación de gas.

El Banco Europeo afirma que, para reducir el efecto invernadero, es necesario utilizar más electricidad y que ésta provenga de energías renovables.

Los expertos aseguran que, en 2020, las energías eólica y solar serán las más baratas de producir y, por ende, las más económicas para el consumidor.

Energía eólica y solar

Estos dos tipos de energía renovable tienen un aspecto positivo y otro negativo para el pequeño consumidor.

Por un lado, la energía solar requiere de una mayor inversión inicial pero, a partir de ese momento, la energía producida es totalmente gratuita si se consigue el autoconsumo, es decir, producir toda la energía que requiero. Por otro lado, la energía eólica, a través de la aerotermia, requiere de menos inversión inicial, pero reduce el uso de la electricidad en un 70%.

Se estima que, en 2020, la producción de energía solar y eólica se reduzca a un coste de 0,03 dólares el KWh (lo que puede ir bajando debido a la mejora en el almacenaje).

El verdadero coste de la electricidad

El hecho de que el KWh se rebaje a ese precio no significa que sea lo que va a pagar el consumidor. Esto se debe, en su base, a que la energía no se puede almacenar, por lo que existe un mercado diario (pool eléctrico). Este pool es una subasta en la que se le da a la energía un precio marginal. 

En esta subasta, primero van a entrar aquellos productores más baratos, que suelen ser las centrales nucleares (las cuales llegan a regalar la energía) y, el último, el más caro, hasta cubrir toda la necesidad. La última oferta que entre será la que determinará el precio marginal.

Por otro lado, está el mercado de restricciones del que se encarga la red eléctrica. El precio final será la suma del precio marginal, más la restricción, más los impuestos.