Cómo adaptar el hogar a los cambios de estación

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Cómo adaptar el hogar a los cambios de estación

Consejos para que prepares bien tu casa, como un verdadero profesional

Acondicionar tu hogar a los cambios de estación es fundamental para conseguir disfrutar de ese bienestar y confort que todos deseamos en nuestra casa.

Razones para hacer un cambio en el hogar

Lo primero que debes tener claro, antes de comenzar a realizar cualquier acción en tu hogar, es saber por qué quieres realizar un cambio.

¿Se debe exclusivamente a que deseas hacer tan solo un cambio estético? ¿O se debe a que ha habido algún cambio significativo en tu vida o en tu lifestyle?

Tener este punto claro determinará la magnitud y el grado de profundidad de la acción de cambio que deberá ser realizada.

Así, si tan solo se trata de un cambio estético, podrás trabajar sobre aspectos básicos, tales como renovar (o sustituir) textiles en cojines y cortinas, colocar o quitar alfombras, sacar o guardar mantas y plaids.

Aunque si se trata de un cambio en tu vida o en tu estilo de vida, con un cambio de circunstancias más profundo, tendrás que preparar tu vivienda para esta nueva circunstancia, quizás con una reforma o una reforma integral .

Hoy nos focalizaremos en los cambios que hay que realizar como consecuencia del devenir de las estaciones, bien sea del frío al calor, o del calor al frío. Así que te dejamos a continuación todas las claves para acompasar tu casa y tu vida al ritmo del paso de las estaciones durante todo el año, y a hacerlo como un verdadero profesional.

Los cambios de estación

Aunque nos pueda parecer que, por el cambio climático, el ciclo estacional se haya alterado un poco y el clima se haya vuelto más extremo, con un verano o un invierno que suelen prevalecer más sobre la primavera o el otoño, que son cada vez más cortos, todavía hay una realidad inmutable: que las estaciones siempre seguirán existiendo.

Y con ellas, la necesidad de sincronizar nuestras vidas con su devenir, y con sus diferentes matices. Porque, además del cambio de clima, hay que reconocer que cada época del año lleva asociado también un estado anímico concreto. Estos cambios estacionales tan naturales son experimentados por todas las personas, y conllevan determinadas alteraciones a nivel corporal, endocrino y de biorritmos, que nos empujan a realizar continuos cambios de hábitos para conseguir adaptarnos y sentirnos con plenas facultades. Los detallamos a continuación.

El otoño: la época de mayor melancolía

Después de tanto tiempo fuera de casa, el otoño nos invita a regresar poco a poco a nuestras casas; a volver a añorar el interior de nuestra vivienda. Nos vamos preparando para el frío, y vamos adquiriendo poco a poco los hábitos propios de los días más oscuros y frescos. Así, la iluminación cada vez va haciéndose menos intensa e indirecta; lo que nos permite crear ambientes más acogedores. Este es un buen momento para colocar alguna lámpara de pie en nuestro hogar.

En esta época del año, y al igual que en la naturaleza, la gama cromática del hogar también incorpora los amarillos, rojos y ocres en textiles y en el diseño de interiores.

En otoño toca también hacer una revisión de los sistemas de calefacción: revisar las calderas, las estufas y chimeneas. Es que las bajas temperaturas pueden llegar de golpe; y hay que estar preparados, para que no nos cojan por sorpresa.

Como también es tiempo de fuertes rachas de viento, será necesario recoger los toldos y estores, tan útiles en verano, para que no se dañen. Y si también tienes una piscina, sería interesante realizar el mantenimiento correspondiente de fin de la temporada de verano. Finalmente, presta atención a posibles obstrucciones de sumideros y canalones, debido a las hojas caídas.

El invierno: a disfrutar del reconfortante abrigo del hogar

El invierno es la estación del año más introspectiva, y que promueve la vida familiar.

Al existir más horas de oscuridad, es necesario instalar un buen sistema de iluminación. Colocar una luz cálida nos da una mayor sensación de temperatura, por lo que está especialmente recomendada para esta época. Cobran mayor protagonismo las lámparas decorativas, que contribuyen a crear espacios acogedores.

En esta época del año también es necesario conectar la calefacción. Recuerda no colocarla a elevadas temperaturas. Y para ventilar la casa, no tardes más de 5 o 10 minutos al día, para no perder calor.

En cuanto a la decoración, coloca alfombras tupidas, cojines y mantas, para abrigar más el hogar. En este sentido, es hora de utilizar una paleta cromática de los blancos de la lana, o de tonos mucho más oscuros, como los grises y azules.

Primavera: que viva el color

La primavera llega con una subida progresiva de las temperaturas, así como con el aumento de las horas de luz diurna. Es el momento de realizar una revisión de los sistemas de refrigeración, para garantizar su correcto funcionamiento los meses venideros de extremo calor. Y en modo preventivo, es el momento oportuno también para la instalación de mosquiteras, si aún no se dispone de ellas.

Desde un punto de vista decorativo, es hora de introducir el color al realizar el cambio de ropa del hogar; o en elementos tales como los estores, las cortinas o los cojines.

Las terrazas y balcones vuelven a la vida, colocando plantas y flores de temporada que sean de cuidados sencillos. Esto sirve de preámbulo para incrementar la actividad social propia del buen tiempo. Es el momento de asegurarse que no falta ningún detalle, como los asientos de jardín, los cojines, o los toldos, necesarios para nuestros invitados se sientan siempre a gusto.

El verano: a disfrutar del aire libre

Llega el calor y las altas temperaturas. Lo que conlleva más riesgos para nuestra salud, como los golpes de calor. Además, el calor trae asociado una menor oxigenación, así como una menor liberación de toxinas a través de la respiración.

Para contrarrestar el calor es necesario ventilar más las viviendas; pero no de cualquier manera, sino aprovechando la ventilación cruzada, promoviendo la circulación natural del aire desde las fachadas frescas (la norte y este) hacia las fachadas cálidas (la sur y oeste).

Es también hora de instalar aquellos sistemas de protección frente al exceso de calor y radiación, tales como las pérgolas, unos bonitos toldos o las prácticas persianas.

Los días continúan siendo los más largos, con mucha luz, por lo que la energía que nos acompaña durante esta estación es intensa. En estas circunstancias, nuestros biorritmos estarán elevados, y estaremos llenos de energía y vitalidad a lo largo de todo el verano. Por lo que, para contrarrestarlas, los motivos decorativos y la ropa del hogar deberán ser de colores frescos, basados en todas las tonalidades y gamas del azul, verde o el blanco, creando así bonitos motivos marineros.

El próximo cambio de estación está a la vuelta de la esquina, por lo que habrá que ir preparándose. ¿Ya tienes pensado cómo vas a ajustar la decoración de tu hogar para la próxima estación? Te recomendamos que puedas hacer una lista. Y buscar más información en nuestro blog sobre esos temas, para que puedas decorar tu hogar como un verdadero profesional.


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