¿Te has preguntado alguna vez si estás realmente sano, incluso cuando no sientes molestias? La mayoría de las personas acude al médico solo cuando algo no anda bien. Sin embargo, hay valores básicos del cuerpo que conviene conocer y controlar regularmente para detectar a tiempo cualquier problema.
En este post te compartimos una guía sencilla y actualizada con los 18 parámetros clave para entender tu estado de salud. Son datos que deberías tener presentes, igual que sabes tu número de cédula o el pin del celular. Y no, no necesitas ser médico para entenderlos.
¿Por qué deberías aprender estos valores?
Porque te dan pistas claras sobre cómo está funcionando tu cuerpo, mucho antes de que aparezcan los síntomas. Aprenderlos puede ayudarte a:
- Prevenir enfermedades.
- Entender tus análisis de sangre.
- Explicarte mejor en una consulta médica.
- Llevar un control más responsable de tu salud y la de tu familia.
18 Valores Clave para Saber si Estás Sano (y qué hacer si no)
1. Presión arterial: 120/80 mmHg
Es la fuerza con la que la sangre empuja contra las paredes de tus arterias.
El valor ideal es 120/80.
Si es superior a 140/90, podría tratarse de hipertensión.
Si es menor a 90/60, podría ser hipotensión.
Consejo: Revísala al menos una vez al mes si eres adulto, y más seguido si tienes antecedentes familiares.
Conoce más en nuestro post detallado para saber Cuál es la Presión Arterial Ideal para Cada Edad.
2. Pulso: 70–100 latidos por minuto
Es el número de veces que late tu corazón en un minuto en reposo.
Si tu pulso es menor a 60 o mayor a 100 sin hacer esfuerzo, consulta al médico.
Tip: Tómalo por la mañana, antes de levantarte, para mayor precisión.
3. Temperatura corporal: 36,8–37°C
Es la temperatura normal del cuerpo.
Más de 37,5°C puede indicar fiebre.
Menos de 36°C puede ser hipotermia.
Dato útil: Algunas personas tienen una temperatura normal un poco más baja o más alta. Conocerte es clave.
4. Respiración: 12–16 respiraciones por minuto
Es la cantidad de veces que respiras en un minuto estando en reposo.
Si respiras más rápido o más lento sin causa aparente, podría haber un problema.
5 y 6. Hemoglobina:
Hombres: 13–18 g/dL
Mujeres: 11,5–16 g/dL
La hemoglobina transporta oxígeno en la sangre.
Valores bajos pueden indicar anemia.
Valores altos pueden señalar deshidratación u otros trastornos.
7. Colesterol total: 3,6–7,8 mmol/L
Es una grasa presente en tu sangre.
Lo ideal es tenerlo por debajo de 5,2 mmol/L.
Más de 6,2 puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
Recomendación: Hazte un chequeo al menos una vez al año si tienes más de 30 años.
8. Proteínas totales: 6,5–8,5 g/dL
Las proteínas son fundamentales para formar músculos, enzimas y defensas.
Un nivel bajo puede señalar desnutrición o problemas hepáticos.
Uno alto puede relacionarse con infecciones crónicas.
9. Triglicéridos: ≤ 2,20 mmol/L
Son grasas en la sangre que aumentan con el consumo de azúcares y alcohol.
Niveles elevados aumentan el riesgo de enfermedades del corazón.
10. Cantidad de sangre en el cuerpo: 5–6 litros
Es la cantidad total de sangre que circula en un adulto promedio.
Una pérdida importante puede ser peligrosa.
También varía con el tamaño corporal.
11. Azúcar en sangre (niños): 70–130 mg/dL
La glucosa es el combustible del cuerpo.
Si baja de 70, puede causar hipoglucemia.
Si supera 130 en ayunas, puede ser señal de diabetes.
12. Hierro: 8–15 mg/dL
Es necesario para producir hemoglobina.
Bajos niveles causan fatiga, palidez y anemia.
13. Glóbulos blancos: 4000–11000 por microlitro
Son parte del sistema inmune.
Un aumento indica infección o inflamación.
Un valor bajo puede hacerte vulnerable a enfermedades.
14. Glóbulos rojos: 4,6–6 millones por microlitro
Transportan oxígeno.
Un nivel bajo puede causar debilidad.
Uno alto puede significar deshidratación u otros trastornos.
15. Vitamina A: 20–70 μg/dL
Es clave para la visión, el sistema inmune y la piel.
El déficit de esta vitamina puede provocar ceguera nocturna y debilidad.
16. Calcio: 8,6–10,3 mg/dL
Es esencial para los huesos, dientes, músculos y nervios.
Bajos niveles causan calambres, debilidad y problemas óseos.
Altos niveles pueden ser tóxicos y dañar los riñones.
¿Cómo puedo controlar estos valores en casa?
Aunque muchos de estos parámetros requieren análisis de laboratorio, hay algunos que puedes vigilar tú mismo con herramientas sencillas:
- Tensiómetro digital: para la presión arterial y pulso.
- Termómetro digital: para la temperatura.
- Oxímetro: algunos modelos también detectan la frecuencia respiratoria.
- Exámenes de sangre periódicos: puedes solicitarlos en tu centro de salud o laboratorio.
Conclusión: Saber estos datos puede salvarte la vida
No hace falta ser médico para entender cómo funciona tu cuerpo. Conocer estos valores es una forma poderosa de cuidarte, tomar decisiones informadas y detectar a tiempo lo que podría convertirse en un problema serio.
Haz de tu salud una prioridad. Guarda esta guía, compártela con tu familia y revísala cada vez que te hagas un análisis de sangre o chequeo médico. Porque cuando se trata de tu bienestar, la mejor medicina es la prevención.
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