Muchas veces nos quejamos de que
pagamos mucho en la factura de la luz pero no tomamos las medidas adecuadas
para rebajar dicha factura. A continuación os damos seis trucos para ahorrar en
este aspecto
1.Potencia contratada
En ocasiones, el gasto en
potencia suele ser la parte más cara de la factura. Existen
varias formas de ahorrar en este sentido:
●
Verifica tu
potencia contratada: Muchas viviendas tienen una potencia contratada por encima
de lo necesario. Al dar de alta la luz, las inmobiliarias suelen contratar una
potencia alta para evitar problemas. Esto hace que la parte que pagamos por
potencia contratada sea, a veces, la parte más elevada de la factura. Si esto ocurre existen dos soluciones:
○ Bajar la potencia. Existen medios que nos pueden
ayudar a saber si tenemos la potencia correcta o qué potencia debemos
contratar. Sin embargo, lo
mejor sería que un electricista nos aconsejara (aunque ello supondrá un gasto
extra).
○ Tener una tarifa que nos cobre lo mínimo posible
por la potencia: Existen compañías que cobran lo mínimo por la potencia
contratada. Si no podemos rebajar la potencia (o si queremos ambas cosas)
podemos acogernos a este tipo de tarifas.
2.Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC)
Es la tarifa cuyo precio
controla el Ministerio de Industria. Sólo está disponible para potencias
contratadas menores a 10kw.
En el PVPC, el precio varía dependiendo del día y la hora y lo establece el Gobierno
y no las comercializadoras (por lo que suele ser más económico).
La ventaja de esta tarifa es
que los precios a los que va a estar la luz son públicos y el consumidor puede
estar pendiente y realizar el mayor consumo cuando el precio es más bajo,
experimentando así un gran ahorro.
Sin embargo, si no se quiere
estar pendiente de la hora o se va a hacer el mayor consumo fuera del horario
económico, mejor acogerse a otro tipo de tarifas.
3.Tarifas más económicas
Desde que se liberalizó el
mercado de la luz, se han creado muchas compañías nuevas y más económicas que
las que existían hasta ese momento.
Sin embargo, la gente no
suele estar pendiente de estas cosas. A veces parece que las diferencias en
torno al precio del kwh suelen ser ínfimas (hablamos de un segundo o tercer
decimal). Sin embargo, si contamos con un gran consumo, y somos conscientes de
que la luz se paga todo el año, podemos estar hablando de un ahorro de cientos
de euros en algunas viviendas.
4.Bonos social eléctrico
El bono social eléctrico es
una ayuda del Estado para los consumidores vulnerables. El desconocimiento que
existe en relación a esta ayuda hace que, mucha gente se podría beneficiar de
ella, ni siquiera sepa cómo solicitarlo.
Supone un ahorro de entre el
25% y el 40% en la factura mensual de la luz.
5.Electrodomésticos de bajo consumo
Es cierto que los
electrodomésticos de bajo consumo suelen ser más caros que los normales, pero,
a largo plazo, son más rentables puesto que consumen mucho menos y suponen un
buen ahorro en la factura.
No hace falta que compres
todos tus electrodomésticos de bajo consumo, pero hacer un desembolso en este
sentido en los electrodomésticos que más uses (veáse la lavadora y el
frigorífico) puede suponer una gran diferencia de gasto.
6.Iluminación y uso de aparatos
Aunque parezca un ahorro
mínimo, el uso de bombillas LED puede suponer hasta un 80% menos de consumo. Es
cierto que suelen ser más caras que las bombillas incandescentes, pero su larga
durabilidad y su bajo gasto hace que se vuelvan rentables en poco tiempo.
Apaga las luces de las
estancias donde no estés y aprovecha al máximo la luz natural, sobre todo en el
verano.
Por otro lado, hay muchos
aparatos en casa que dejamos encendidos en casa, lo que supone un gasto, y no
es necesario. Apaga los aparatos electrónicos, como el ordenador, cuando no los
uses (dejarlo suspendido también consume, aunque sea poco).